Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) ha revelado la presencia de altos niveles de rodenticidas anticoagulantes en el 90% de las culebras reales de California analizadas en Gran Canaria. Estos hallazgos ponen de manifiesto los graves riesgos ambientales asociados al uso indiscriminado de productos químicos.
Impacto Ambiental de los Biocidas
La obra “Silent Spring” de Rachel Carson, publicada en 1962, fue pionera al documentar los efectos perjudiciales de los pesticidas en el medio ambiente, destacando que su uso indiscriminado no solo afecta a las especies objetivo sino también a otros organismos, causando un desequilibrio ecológico generalizado. Carson enfatizó que muchos pesticidas, debido a su persistencia y capacidad de bioacumulación, pueden tener efectos prolongados y severos en los ecosistemas y la salud humana.
Los estudios modernos continúan respaldando estas afirmaciones. El uso excesivo de biocidas ha sido relacionado con el desarrollo de resistencia en las plagas, lo que a largo plazo reduce la eficacia de estos productos y puede llevar a un uso aún mayor de químicos más potentes. Además, se ha documentado que los biocidas pueden afectar a organismos no objetivo, incluyendo a los depredadores naturales de las plagas, lo que agrava aún más el problema de control.
El Compromiso de APINSA con el Medio Ambiente
En APINSA, reconocemos la importancia de estos hallazgos y reafirmamos nuestro compromiso con un enfoque responsable y sostenible en el manejo de plagas. Priorizamos siempre el uso de métodos de control físico y biológico sobre los químicos. Creemos firmemente que el control integrado de plagas es esencial para proteger tanto la salud pública como el medio ambiente.
Nuestro Enfoque en APINSA
Nuestro enfoque incluye técnicas como la instalación de trampas, el uso de barreras físicas y la introducción de depredadores naturales para controlar las poblaciones de plagas. Solo recurrimos a productos químicos cuando es absolutamente necesario y seleccionamos aquellos con el menor impacto ambiental posible. Además, nuestros técnicos están altamente capacitados para aplicar estos productos de manera segura y eficiente, minimizando la exposición y el riesgo tanto para el ser humano como para la fauna no objetivo.
Los resultados del estudio en Gran Canaria son un claro llamado a la acción para todos los sectores involucrados en el manejo de plagas. Es crucial adoptar prácticas más sostenibles y responsables para mitigar los riesgos ambientales asociados al uso de biocidas. En APINSA, estamos comprometidos con esta causa, liderando con el ejemplo y promoviendo un equilibrio entre la eficacia en el control de plagas y la protección del medio ambiente.
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