La Comisión Europea (CE) ha aprobado el nitrógeno generado in situ a partir del aire ambiente para la gestión de plagas por anoxia. Esta sustancia, entendida por la CE como de bajo riesgo, ha sido considerada como apta para ser incluida en el Anexo I del Reglamento de Productos Biocidas (BPR), lo que la hace elegible para un procedimiento de autorización simplificado. Este procedimiento requiere menos información y un dossier mucho más simple.
Los usos previstos en la autorización incluyen el control de plagas por anoxia en objetos de museo (como artículos de madera y textiles), plagas de productos almacenados, insectos destructores de la madera, plagas de textiles y otros artrópodos. Por supuesto, el nitrógeno empleado para estos fines debe ser utilizado en interiores (atmósferas modificadas en espacios sellados) y por usuarios profesionales especializados.
Hay que tener en cuenta que todas solicitudes de autorización de los biocidas, que utilicen como sustancia activa el nitrógeno generado a partir del aire ambiente, estarán supeditadas a la inclusión de pruebas que demuestren la ausencia de exposición del usuario, y del público en general, a una atmósfera hipóxica, y cuando proceda, se adoptan las medidas necesarias.
Dado que el modo de acción del nitrógeno es mediante la exclusión del oxígeno que los insectos objetivos necesitan para respirar, y no mediante ningún efecto directo sobre la fisiología del insecto, no se prevé que los insectos puedan desarrollar un mecanismo de resistencia a esta sustancia. Además, el gas nitrógeno no representa ningún problema para la salud humana ni para el medio ambiente.