En un contexto de calentamiento global y movilidad creciente, los expertos advierten sobre el avance de la leishmaniasis en Europa, una enfermedad tropical que afecta principalmente a perros, pero que también puede ser transmitida a los humanos. Causada por el parásito Leishmania infantum, su principal vector es el flebótomo, un insecto cuya supervivencia y actividad se ven favorecidas por el aumento de las temperaturas.
Investigadores como Francisco Javier Moreno, del Centro Nacional de Microbiología, y Christopher Fernandez-Prada, profesor en la Universidad de Montreal, han señalado un aumento preocupante de los casos en regiones endémicas del sur de Europa, como Portugal, Italia, Grecia y los Balcanes. Sin embargo, alertan que la leishmaniasis aún no es de declaración obligatoria en muchos países europeos, lo que dificulta su control.
El cambio climático ha extendido las condiciones propicias para la proliferación de flebótomos, con veranos más largos que aumentan el periodo de transmisión del parásito. Además, la mayor movilidad de personas y mascotas, así como el aumento de individuos inmunodeprimidos, son factores que agravan la situación.
Los expertos urgen a las autoridades a adoptar un enfoque preventivo. Las medidas clave incluyen la vigilancia de casos en animales y humanos, el control de las poblaciones de flebótomos y la detección temprana de leishmaniasis en áreas que antes no eran consideradas endémicas.
Moreno y Fernández-Prada concluyen que es imprescindible un cambio de actitud y políticas más proactivas para frenar la expansión de esta enfermedad, cuyo impacto sigue creciendo en Europa.