La tecnología ha revolucionado el control de plagas, transformando métodos reactivos en estrategias preventivas y eficientes. Con herramientas como sensores inteligentes y software de gestión, se optimiza la identificación y tratamiento de infestaciones, garantizando seguridad y sostenibilidad. Además, la capacitación continua del personal es esencial para aprovechar al máximo estas innovaciones, asegurando un servicio adaptado a las necesidades de cada cliente.