¿Conoces tu umbral de tolerancia ante una plaga?

Entendemos como umbral de tolerancia el punto límite en el que algo deja de ser tolerado o soportado. Pero, cuando hablamos de plagas, ¿dónde está el límite entre lo tolerable y lo no tolerable?

Cuando escuchamos hablar de plaga, pensamos en aquellos animales indeseables que de ninguna manera queremos cerca o en nuestros hogares y áreas de trabajo. Pero no todos tenemos la misma percepción de lo que es una plaga.

Bien es sabido que en ciertas culturas, las ratas son veneradas como animales sagrados, símbolo de fortuna y prosperidad; en otras culturas, las cucarachas y los saltamontes se venden como alimento; hay lugares donde las serpientes comparten morada con los humanos como animales de compañía… En estos lugares, el umbral de tolerancia a estos seres vivos es muy alto.

Sin embargo, en lugares donde no existe este condicionamiento social, encontramos umbrales de tolerancia mucho menores, pudiendo aparecer verdaderas fobias ante la presencia de cualquiera de estos animales, como la murofobia, la blatofobia o la ofidiofobia.

Por lo tanto los umbrales de tolerancia son subjetivos, pero a la hora de decidir si combatir o no una especie, no debemos basarnos en criterios no medibles. Y es por ello que debemos diferenciar entre dos tipos de umbrales de tolerancia:

  • Umbral de tolerancia profesional: es el que está definido con base en un criterio netamente profesional, y es el nivel de población que, al ser sobrepasado, necesita una intervención para su control. A la hora de definir este umbral, no sólo se tiene en cuenta el número de individuos de cada especie, sino el lugar: una cucaracha en una terraza no es motivo de intervención, pero no así si esa misma cucaracha está en un quirófano.
  • Umbral de tolerancia personal: en el nivel poblacional que cada individuo está dispuesto a tolerar. Una mosca o una cucaracha en una vivienda, no se puede considerar una plaga sanitariamente hablando, pero para algunas personas su presencia puede suponer un grave problema.

¿Sabes qué es la blatofobia?

La blatofobia (del latín Blatta, «cucaracha» y del griego phobos, «miedo») es un miedo irracional y excesivo a las cucarachas. Es una de las fobias más comunes.

Por suerte, ¡superar el miedo a las cucarachas es posible!. Este temor, más común de lo que creemos, puede llegar a afectar nuestra vida diaria de formas inesperadas. Pero no te preocupes, hay maneras sencillas y efectivas de enfrentarlo. Desde técnicas de relajación hasta métodos de exposición gradual, con paciencia y constancia, podemos reducir este miedo hasta que sea solo un recuerdo lejano. ¡Imagina poder levantarte en medio de la noche sin temor a esos visitantes nocturnos! La clave está en tomarlo paso a paso, buscando siempre apoyo si lo necesitas.

Curiosidad: ¿Sabías que en Madagascar, algunas personas tienen como mascota a la Cucaracha Siseante de Madagascar, una de las especies más grandes del mundo, porque es capaz de emitir un sonido único, un siseo mediante el paso de aire a través de los espiráculos en su abdomen?